La redacción es un proceso que requiere de tiempo, conocimiento y mucha creatividad. Este proceso nos permite plantear las palabras clave, organizar las ideas principales para finalmente elaborar un contenido de valor para nuestros lectores.

Un texto no es sinónimo de contenido valioso como no lo es tampoco de una redacción clara y estructurada. Poco importa si el contenido es breve o extenso, cuando la lectura del mismo es armoniosa, con un vocabulario comprensible e ideas clave fáciles de identificar, el lector estará interesado en la lectura.

Para ello, te propongo 12 preguntas, que son más bien pasos que pueden ayudarte a mejorar tus habilidades de redacción de contenido. Las mismas puedes utilizarlas tanto al momento de redacción de los artículos de tu blog, contenido para cursos en línea, presentación de informes, etc. Estas preguntas son:

1. ¿Qué contenido comunicar?:

Antes de iniciar la redacción es muy útil hacerte una serie de preguntas que orienten la estructura del contenido. ¿Por qué quieres escribir sobre ese tema? ¿Qué ideas o conceptos clave quieres comunicar? ¿Cuánto sabes del tema? ¿Cuántos artículos sobre el tema piensas redactar para abordar el tema?

Estas preguntas serán un “primer borrador” de tu esquema de redacción para luego empezar a escribir. Sobretodo, te permitirán determinar con una mayor certeza las motivaciones para abordar el tema e informarte más sobre el mismo de ser necesario. Y luego, define tu esquema de contenido.

2. ¿Qué tono usar?:

Así como utilizamos un tono para expresarnos oralmente, también lo tenemos al escribir. Por ello, saber con precisión qué público compone tu audiencia te ayudará a definir si tu redacción debe ser agradable e informal, o con un vocabulario simple e ideas directas, o si por el contrario debes mantener un cierto grado de formalidad y utilizar el “usted” en lugar del “tú”.

Toda vez definas el tono a utilizar, sobre todo para textos que estarán en línea, trata de mantenerlo en todos tus textos.

3. ¿Cómo mantener la brevedad de la redacción?:

Si bien a veces el contenido que abordamos es muy extenso y valioso a comunicar, es mejor presentar “el hilo conductor” en varios artículos que un texto que sea demasiado extenso. De ser necesario realizar varias publicaciones, define con anterioridad qué idea central desarrollarás en cada texto para evitar abordar las mismas ideas y aburrir al lector.

4. ¿Cómo emplear las oraciones simples y palabras clave?:

¡Este es un gran reto! Pero uno muy importante a cumplir. Redacta oraciones cortas con vocabulario simple, sé selectivo con las palabras que uses. Puedes abordar una idea en dos o tres frases, en una lugar de hacer todo un párrafo que el lector tenga que leer cuatro veces para entender.

Utiliza solo las palabras que sean necesarias y que transmitan conceptos clave.

5. ¿Cuáles son mis ideas principales y secundarias?:

Al hacer tu esquema de contenido, te será fácil identificar estos dos tipos de ideas. Al iniciar tu redacción, presenta tu idea principal en el primer párrafo, de ser necesario el segundo puede explicarla con mayor detalle. En los siguientes párrafos, presenta las ideas secundarias, te aconsejo que sean como máximo tres. Luego, podrás dar ejemplos o datos que complementen tu contenido.

6. ¿Qué otro contenido se puede incluir?:

Una vez definido con claridad tu esquema e ideas principales, es necesario que definas si incluirás algún otro tipo de contenido de otra fuente. Puede ser referencia de otro autor, artículo o incluso un link. Esto es totalmente válido, y a veces necesario, para explicar mejor tu tema. Solo recuerda de citar la fuente, de preferencia parafrasear el texto y enlazarla si es posible.

7. ¿Cuánto debo saber del tema?:

Para escribir sobre un tema de interés no es importante que tengas una gran experiencia (lo cual viene solo con el tiempo). Tu motivación para informarte sobre el mismo es justo lo necesario. Por ello, lee, lee y lee, tanto sobre tus temas de interés como de otro contenido. La lectura es un medio que facilita la escritura, no solo por el conocimiento que esta nos brinda sino porque mejora nuestro estilo de redacción.

8. ¿Qué información presentar?:

Si bien ya sabes qué contenido quieres presentar y en qué orden, ten presente que en la redacción tu honestidad se ve reflejada. Este es un aspecto importante porque en algún momento compartirás experiencias, ejemplos o consejos. Por ello, comparte con la audiencia los hechos reales, como son, no se trata de escribir una historia, sino más bien de crear un contenido valioso. La honestidad siempre es bien apreciada.

9. ¿Cómo saber si es una buena redacción?:

Un proceso importante es que tomes en cuenta varios factores que contribuirán a tener una “buena redacción”. Para ello, toma en cuenta que los signos de puntuación son un elemento importante. Estas nos permiten hacer pausas largas o cortas, resaltar alguna idea central o cerrar una idea antes de comenzar otra. Por ello, ten presente en usar frases cortas y activas, que sean dinámicas escribiendo en tiempo presente y evitar el tiempo pasado.

10. ¿Qué escribir como cierre de contenido?:

Al final de la redacción es recomendable que escribas una conclusión, esta no tiene que ser muy extensa. Se trata más bien, de recuperar la idea principal o palabras clave para que el lector tenga un resumen de los aspectos más importantes de la lectura. Trata de evitar repeticiones de lo que has dicho anteriormente, puedes reservar una “frase de cierre” o un dato valioso.

11. ¿Cómo corregir el contenido?:

Al terminar de redactar, es necesario que hagas una, si es posible dos lecturas, del contenido que acabas de escribir. Este paso te permite: revisar faltas de ortografía y signos de puntuación, modificar ideas no claras, borrar palabras “extras”, modificar orden párrafos o frases de ser necesario. Puedes dejar un tiempo de intervalo entre la primera lectura que es un proceso de corrección general y la segunda lectura que sería una aprobación final del contenido.

12. ¿Qué título poner al contenido?:

El título se escribe al final (sí al final). Esto es por una simple razón, al leer el texto podrás identificar las palabras clave que evocan con claridad el contenido desarrollado. Esto permite hacer un juego de palabras, o de ideas. El título es la parte más importante del texto, asegúrate de crear uno que “enganche” y que motive la curiosidad del lector a leer el artículo. ¡Sé creativo! Ojo: temática no es lo mismo que título.

Un último elemento importante a considerar en tu redacción, colocar tu nombre, ¡a veces lo olvidamos y es importante por derechos de autor! Sin embargo, la fecha de publicación también hay que incluirla. Esto permitirá al lector saber en qué momento se escribió el contenido y si es aún de actualidad o no.

¿Listo para empezar a redactar contenido para tus cursos?