¿Cómo puedes incrementar el éxito de tu curso virtual? ¿Cómo sabes que tus estudiantes están realmente aprendiendo y no solamente pasando pantalla tras pantalla de contenido?

Para que el conocimiento sea duradero y ocurra ese cambio que llamamos aprendizaje el proceso de reflexión es indispensable.

Si quieres aumentar el valor de tus cursos y su efectividad invita a tus alumnos a reflexionar.

En este blog hablaremos de algunos consejos para facilitar el proceso de reflexión en los cursos virtuales.

¿Qué es la reflexión y por qué es importante?


La reflexión es el proceso voluntario de detenerse a pensar o meditar en algo para entenderlo o estudiarlo cuidadosamente.


La reflexión en el aprendizaje marca la diferencia entre leer el contenido y retenerlo con la seguridad de poder aplicarlo.

Para poder entender y retener es importante seguir algunos pasos:

1 Preguntar ¿cómo este aprendizaje me será de utilidad? ¿por qué lo necesito? ¿para qué me va a servir?

2 Aplicar el conocimiento obtenido a situaciones de la vida real o simulaciones.


En la educación virtual es necesario incluir actividades de reflexión para que sea efectiva.


Consejos para facilitar el proceso de reflexión en los cursos virtuales

  1. Estimula el pensamiento haciendo preguntas

Hay diferentes formas y momentos en el curso en el que puedes estimular el pensamiento de tus estudiantes a través de preguntas.

Al inicio:

  • ¿qué esperan obtener del curso?
  • ¿por qué están tomando el curso?
  • ¿qué saben del tema?
  • ¿qué esperan aprender?
  • ¿cuál es su objetivo final?

Invitarlos a pensar antes de empezar es de utilidad para que se enfoquen en una meta, se motiven y tengan una dirección.

Cuando ya tienen el contenido:

  • ¿para qué me puede servir?
  • ¿cómo puedo aplicarlo?
  • ¿hay algo que haría diferente?
  • ¿me hace falta entender algo más?
  • ¿puedo explicarle a alguien lo que aprendí?
  • ¿cómo puedo solucionar el problema con lo que se?

Cuando ya aplique lo aprendido:

  • ¿pude solucionar el problema?
  • ¿qué aprendí al aplicar mi conocimiento?
  • ¿qué haría diferente?
  • ¿tengo alguna duda que surgió al aplicar lo que se?
  • ¿cómo puedo mejorar?

No solamente los alumnos deben reflexionar ante el contenido, tú también como tutor debes hacerte las mismas preguntas antes, durante y después del desarrollo de tu curso virtual.

Tu también reflexiona, de esta forma le das dirección e intención a tu trabajo.

2. Practica el constructivismo

Cuando se invita a los estudiantes a hacer un pre test para evaluar el conocimiento previo que poseen es una forma de invitarlos a reflexionar.

¿Qué se del tema?, ¿cómo puedo utilizar lo que se en este curso? y ¿qué más hace falta aprender? son preguntas que pueden estimular el construir sobre el aprendizaje previo.

De esta forma ellos podrán tomar decisiones (otro proceso que incluye reflexión) en cuanto a si pasan a una siguiente unidad, necesitan reforzar algún conocimiento o desean profundizar más en un tema.

3. Brinda múltiples oportunidades para tomar decisiones

Con las herramientas utilizadas en educación virtual hay muchas posibilidades para que los alumnos decidan su propio rumbo de aprendizaje.

Puedes diseñar el curso de forma que el alumno navegue libremente por el contenido y decida de acuerdo a sus reflexiones cuál es el contenido que necesita.

Utilizar el aprendizaje basado en solución de problemas es excelente para motivar la reflexión.

Brindar escenarios con diferentes respuestas, elegir diferentes soluciones y reflexionar acerca de sus resultados le da la oportunidad al estudiante de comprender las consecuencias de las decisiones tomadas y de ver el contenido aprendido puesto en acción.

Esto le da respuesta a la pregunta que todo estudiante desea saber al inicio de una asignatura y es: ¿esto para qué me va a servir?

4. Estimula al estudiante a compartir

Utilizando los foros, chats o grupos en redes sociales estimula la discusión y debate de algunos temas.

Puedes invitarlos a grabar vídeos exponiendo su visión o audios. Puedes utilizar diversas herramientas para estimular el pensamiento crítico y el aprendizaje colaborativo. De esta forma mantienes la educación en línea centrada en los estudiantes.

La idea con esta dinámica es que unos estimulen a otros con sus opiniones e ideas.

Incluye oportunidades para trabajar en equipo de forma que tengan que llegar a acuerdos y sacar conclusiones.

5. De la reflexión a la acción ¿qué sigue ahora?

Hacerse la pregunta ¿qué sigue ahora? invita a los estudiantes a que vinculen el aprendizaje con el futuro, sus metas y su trabajo.

Esta pregunta ayuda a crear un puente entre el contenido y la aplicación práctica.

¿qué puedo lograr ahora que al inicio no podía?, ¿qué cambió en mí después de este aprendizaje?, ¿me siento listo? o ¿cómo puedo aplicar lo aprendido de forma inmediata? son algunas preguntas que motivan a los estudiantes a la acción.

Y tú ¿qué harás después de leer este artículo?, ¿aprendiste algo?
No te olvides; ¡de la reflexión a la acción!