Los objetivos de aprendizaje y el contenido; el recurso humano (estudiantes, tutores y equipo de trabajo); el soporte didáctico, las herramientas y recursos educativos (presentaciones, foros, páginas web, etc.) y la evaluación son elementos del curso virtual.

Un curso virtual bien planificado, ¿contempla la emoción por aprender?

Además de estos elementos, el progreso de los estudiantes en un curso virtual está relacionado con la interacción dinámica y didáctica entre compañeros y docente. Las herramientas tecnológicas son importantes y son un apoyo para generar participación y presentar contenido de forma amena y creativa.

No obstante, una estrategia integral de enseñanza no implica un buen nivel de aprendizaje, puesto que aun cuando todos los recursos educativos están bien organizados, es necesario evaluar si los alumnos están motivados y comprometidos con el curso. Este análisis es muy útil para la innovación, mejora y cambios en los cursos virtuales.

Las emociones en el aprendizaje son importantes. Algunas son el entusiasmo, la frustración, ansiedad y muchas más, que hacen referencia a la alteración del ánimo. Otra definición de emoción según la RAE es: “interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está ocurriendo”.

La disposición por aprender es propia del alumno y debe evocarse “desde dentro”. El docente y su método de enseñanza tienen un rol esencial en este proceso. La apropiación de conocimientos de forma libre e informal, es la clave para la emoción y la motivación en el proceso de aprendizaje.

La emoción por aprender en los cursos virtuales

Si bien es cierto que hay muchos factores fuera del control de docente en los cursos virtuales, la emoción por aprender no debe perderse en los espacios digitales. Una pregunta que puede ayudarte es ¿me emocionaría aprender este contenido en la forma como lo estoy enseñando?

Algunos contenidos son más estructurados y complejos que otros, pero no debe limitarte a seguir una estructura tradicional de enseñanza. Puedes propiciar un “aprendizaje espontáneo”, con mayor impacto en el alumno. Te comparto 5 propuestas con la que puedes agregar emoción a tu curso virtual:

1. Contratos de aprendizaje:

Esta técnica establece una división de respon- sabilidades entre el docente y el estudiante, puede ser utilizada también en forma grupal. Consiste en la elaboración de un currículo adaptado a las necesidades educativas de cada estudiante.

A partir de este currículo, el estudiante construirá los conocimientos mediante los procedimientos que lo motiven a aprender mientras que el docente define las metas que el alumno deberá lograr. Puede definirse el tiempo, las pequeñas metas que deberá ir alcanzando durante este período y procedimientos, todo esto de forma escrita.

2. Ser aprendiz:

Esta es una propuesta en la que se establecen lineamientos para una situación determinada, es el estudiante quien tendrá el rol de aprendiz e interactúa con un experto. Puedes coordinar con alguna institución un apoyo virtual, en la que deban dirigir el trabajo que el “aprendiz” debe entregar. De esta forma su trabajo tendrá un nuevo valor.

También puedes asignar a los estudiantes trabajar como ayudante, orientando y guiando a otros estudiantes-compañeros.

3. Preguntas al grupo:

Esta propuesta se basa en lanzar preguntas generadoras a los alumnos las cuales pueden ser a partir de un tema visto en el curso, de una investigación, resultados o trabajos realizados por los estudiantes. Esto fomentará la apertura de un diálogo.

Durante el desarrollo de la actividad, puedes cambiar la dinámica y proponer que entre compañeros se hagan preguntas sobre el tema, formar parejas o grupos. Al finalizar puedes pedir a cada estudiante que evalúe sus respuestas y la calidad de las respuestas de sus compañeros.

Esto incentiva la participación, la autovaloración y puedes observar libremente la comprensión del grupo acerca del tema.

4. Invitado experto:

Esta actividad consiste en invitar al curso (espacio virtual) a un experto en algunos de los temas vistos en clase, tal vez de los más complejos del curso. De forma que, de la “voz de un experto” presente una comprensión del contenido más “sobre el terreno” a los estudiantes y su aplicación en la vida laboral.

Dentro de la exposición, puedes dejar un espacio para preguntas de los estudiantes. El experto puede proponer un reto, de aplicación o desarrollo del tema expuesto, para que los estudiantes lo elaboren. Posteriormente el experto puede regresar al curso y escuchar las propuestas y compartir sus observaciones o bien puedes hacerlo tú.

5. Votación:

Consiste en que cada miembro del grupo o subgrupo aporte ideas, sugerencias o soluciones del tema establecido por el docente, puede ser a través de foros. El estudiante explica brevemente su propuesta a todos los compañeros y por qué cree que es la solución al problema o caso.

Luego las propuestas son sometidas a votación, el docente puede indicar cuántas serán tomadas en cuenta. Esta actividad puedes realizarla varias veces durante el curso y los alumnos que más soluciones votadas tengan tendrán derecho a un beneficio al final del curso, por ejemplo. Para facilitar esta actividad, existen aplicaciones de foros que permiten calificar y dar punteo a los aportes de los participantes.

Estas propuestas motivan el aprendizaje de una forma espontánea, fomentando la participación, creatividad y colaboración que los estudiantes necesitarán en el campo profesional.

En las opciones presentadas, a diferencia de una evaluación de comprensión de contenidos, es el propio estudiante quien expone los conocimientos adquiridos durante el curso por medio de sus propuestas o soluciones.