Creo que tiene la misma importancia que tiene elaborar un programa en un curso tradicional y presencial. Es decir, permite al profesorado, por un lado, organizar todo lo relacionado con la enseñanza teniendo en cuenta: destinatarios (conocimientos previos y cantidad), objetivos (en función del tipo de alumnado y si está o no enmarcado en una titulación regulada, curso de formación permanente optativo, etc. y en el marco de qué institución), contenido adecuado y organizado jerárquica y lógicamente, actividades adecuadas para trabajar dichos contenidos y lograr los objetivos, forma de evaluación. Asimismo, se piensan materiales, recursos necesarios, un cronograma de trabajo, etc. Al alumnado, todo esto le sirve también para organizarse y conocer previamente el qué, cómo y cuándo del aprendizaje y su evaluación.
En este sentido, entonces el diseño instruccional en un curso virtual implica todo esto mismo y teniendo en cuenta qué herramientas técnicas son las más adecuadas, garantizarse que funcionen adecuadamente y que se ajusten pedagógicamente a los contenidos y objetivos.