Las 5 técnicas para presentar contenido escrito te ayudarán en la producción de material y apoyarán el aprendizaje de tus alumnos: claridad, extensión, estructura, elementos de forma, ilustración e infografía.
A diferencia de la enseñanza tradicional, en el aula virtual el contenido escrito a presentar debe ser dinámico, interesante y de fácil comprensión, se convierte así, en un recurso didáctico esencial en el aprendizaje virtual.
El docente virtual tiene el reto de transmitir información que genere un aprendizaje de valor. Sin embargo, entre tantos podcast, vídeos, redes sociales, ¿cómo presentar el contenido escrito para aprendizaje virtual que motive a los estudiantes a consultarlo y que sea una efectiva herramienta de estudio?
Diseñar y preparar contenidos escritos para el aprendizaje virtual
Actualmente, los docentes virtuales cuentan con una gran cantidad de herramientas web que promueven la interacción y participación de los alumnos, esto contribuye además a generar un aprendizaje social que contribuye en el desarrollo de las competencias pedagógicas que quieren formar en los estudiantes.
Existen principalmente tres tipos de competencias comunicativas que todo docente debe desarrollar para lograr una adecuada enseñanza, estas son:
1. Competencias en producción de textos
2. Competencias en comunicación con recursos no verbales ni textuales (comunicación audiovisual)
3. Competencias en comunicación utilizando las nuevas tecnologías
Específicamente, las competencias en producción de textos es una labor importante ya que, en la educación virtual, se utiliza intensamente el texto como soporte pedagógico. Por lo tanto, al desarrollar esta competencia comunicativa en tu desempeño logras:
– La producción de textos dialógicos, abiertos a la reflexión y al pensamiento crítico
– La producción de textos adecuados a los medios, ya que no es lo mismo escribir un material didáctico que un correo
– La producción de textos amenos y fluidos, que involucran al autor y al lector
– La organización y estructura adecuada de la información
La comprensión de contenidos escritos en el aprendizaje virtual
En la producción y presentación de contenido escrito, ten en cuenta que la comprensión de textos es un factor relevante ya que interviene tanto el texto (el cual controla el autor) como el lector. Pero esta “habilidad cognitiva” se pierde cada vez más en un mundo donde destaca la imagen y el zapping.
La comprensión de textos o contenido es básicamente construir la representación mental del significado global del mismo. Este es el gran reto de la lectura, ya que implica ciertos procesos que el alumno debe ser capaz de realizar:
– Establecer relaciones y conexiones entre las diferentes preposiciones,
– Compararlas y jerarquizarlas,
– Realizar inferencias y,
– Construir finalmente el significado global del texto.
Este proceso dentro del aprendizaje debemos tomarlo en cuenta puesto que facilitará la producción y organización del contenido escrito, partiendo de la realidad del alumno al relacionarse con los textos y que logre de esta manera comprender la información que se le presenta.
Técnicas para presentar contenido escrito para el aprendizaje virtual
Son muchas las técnicas a considerar e implementar en la presentación de contenido escrito. A continuación, encontrarás las 5 más relevantes que te ayudarán en la producción de material y apoyarán el aprendizaje de tus alumnos:
1. Claridad: esto significa precisión y nitidez. En otras palabras, el contenido debe explicar claramente el mensaje o ideas centrales de la información que el alumno debe comprender. Evita que el lenguaje sea relativo, para este objetivo, establece previamente qué conceptos deseas que tus alumnos analicen y comprendan del tema a presentar. Evita términos complejos o tecnicismos.
El contenido debe expresarse de forma clara, sencilla y progresiva, el cual debe de ser adaptado a las características de los alumnos o receptores potenciales del material escrito elaborado. Esto contribuirá a mantener la atención e interés de los estudiantes en el texto o documento a estudiar.
2. Extensión: es clave importante que previo a elaborar el contenido escrito, determines el tamaño del producto a presentar. Si es un texto, determinar la cantidad de páginas; si es una serie de guías informativas determinar la cantidad de unidades y así sucesivamente con otros productos.
Conviene que determines máximos y mínimos, tratando de mantener ciertos parámetros en el manejo de contenido escrito. Estas cifras, orientarán además la cantidad de información de forma que logres trabajar sobre conceptos e ideas clave.
Recuerda que un mayor volumen de información no implica necesariamente que se produzca un mayor aprendizaje, por lo tanto, debes seleccionar cuidadosamente los contenidos más significativos de forma que cumplan los objetivos de tu curso utilizando el material escrito más adecuado.
3. Estructura: el contenido debe seguir una estructura, la cual está guiada por una lógica de aprendizaje de acceso a la información, la cual facilita y orienta la navegación a través de enlaces y dentro del mismo texto.
Debes de considerar principios didácticos, procesos, etc., de carácter educativo que guíen además esta estructuración lo cual fomentará el desarrollo de procesos lógicos del pensamiento de los alumnos.
Ten en cuenta que esta estructura organizativa incluye además enlaces de navegación, de modo que los enlaces deben facilitar rutas o trayectorias significativas, es decir, que promuevan la búsqueda activa del conocimiento.
Puedes clasificar los tipos de textos en los nodos de información de la siguiente forma:
– Texto base: texto principal del contenido
– Texto clave: resalta una parte del contenido (ideas clave, fragmentos aclaratorios, etc.)
– Texto síntesis: recoge la idea central del contenido y se presenta con un pequeño resumen.
4. Elementos de forma: organizar el contenido dentro de un texto o documento es un punto de mucho cuidado y atención, aunque parezca evidente, esta consideración muchas veces se pasa por alto lo que perjudica que un contenido de valor no alcance al final, los objetivos pedagógicos deseados.
Algunas consideraciones básicas a tomar en cuenta son:
– Evita la sobrecarga informativa, utiliza como máximo 8 líneas por párrafo.
– Incluye preguntas dentro del texto, esto facilita el aprendizaje.
– Deja espacio entre líneas, esto contribuye a que la vista siga con facilidad la lectura.
– Utiliza diferentes métodos para presentar la información y hacerla más asequible dentro del contenido, como: recuadros con ideas clave, mapas conceptuales o diagramas.
– En cualquier tipo de producto escrito que elabores, es importante una adecuada selección de tipografía, considera que las letras sans-serif son las más fáciles de leer en pantalla con un tamaño entre 8 a 12 puntos, uso de mayúsculas y minúsculas, uso de bloques de texto, destaca títulos y subtítulos dentro del texto.
– Utiliza el color para resaltar palabras y textos con un buen contraste entre los diferentes elementos: fondo, figura y textos.
5. La ilustración y la infografía: producir este tipo de material es importante, y su uso NO es “alivianar el texto”. Más bien, estos recursos son complementarios al documento y deben orientar el sentido o información específica. En caso contrario, pueden considerarse como distractores.
La producción de ilustraciones e infografías aporta aprendizajes importantes y su relación con el texto es referencial. Su aporte crea un determinado clima o tono, que no es lo mismo que adornar.
Para el uso adecuado de las imágenes o ilustraciones puedes considerar estas factores:
– Núcleo significativo o semántico: elementos significativos de una imagen para que cumpla su papel como mensaje visual.
– Legibilidad: es la posibilidad de percibir para lograr comprender su significado, sin tener información excesiva.
En el caso de las infografías toma en cuenta que tienen un alto nivel de codificación ya que presentan información compleja integrando textos e imágenes que se complementan. El uso de estos recursos como parte del contenido escrito debe ser dosificada cuidadosamente.
A diferencia de la enseñanza tradicional, en el aula virtual el contenido escrito a presentar debe ser dinámico, interesante y de fácil comprensión, se convierte así, en un recurso didáctico esencial en el aprendizaje virtual.