Los tutores en la educación virtual son diseñadores de múltiples estrategias de aprendizaje, puesto que en cada curso a impartir deben aplicar distintas formas de enseñanza con variados grupos de alumnos y estilos de aprendizaje.
Al hablar de tutoría se hace referencia a la guía, ayuda, asesoramiento, orientación y establecimiento de límites, pero sobre todo, de estar presente durante el proceso de aprendizaje. En el ejercicio de la tutoría virtual o e-tutoring, existen ciertas características que el tutor virtual debe poseer para realizar con éxito esta tarea, las cuales básicamente son:
– Disposición de tiempo para llevar a cabo esta función
– Carisma y transmisión de confianza
– Buena capacidad de comunicación
– Observación y disposición atenta
– Confidencialidad
Así también, el rol del tutor virtual dentro del curso, debe estar encaminada a las siguientes funciones:
1. Función orientadora: se fundamenta en la relación educativa en la cual se acompaña al alumno en relación al trabajo, motivación y compromiso de estudio.
2. Función didáctica: el tutor debe desarrollar las tareas relacionadas al contenido, fomentar el uso de recursos educativos, desarrollo de actividades, evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
3. Función de enlace: el tutor ejerce un enlace entre la institución y el estudiante con lo cual se contextualizan los procesos de aprendizaje y se les asigna un sentido colectivo.
Estrategias para mejorar el e-tutoring
Teniendo en mente las funciones del tutor virtual, te comparto algunas estrategias que mejorarán tu e-tutoring:
1. Promueve la participación:
Los cursos virtuales deben promover el compromiso de los estudiantes por medio de actividades de aprendizaje o participación en actividades de construcción del aprendizaje, en estos casos debes procurar crear un ambiente propicio, que invite al estudiante a participar y ser protagonista de su aprendizaje.
2. Prudencia en el uso de la tecnología:
En la educación virtual tienes la facilidad de implementar muchas herramientas y recursos tecnológicos en tus cursos, pero ¿todas contribuirán al aprendizaje de los estudiantes? Aumentar el incremento tecnológico no aumenta directamente el aprendizaje y puede de hecho aumentar el número de problemas y quejas de los estudiantes.
Evita por lo tanto un “mix” de recursos tecnológicos, puesto que no todos los recursos promoverán la reflexión, crítica y apropiación de conceptos. La efectividad pedagógica está en implementar los recursos que respondan a los objetivos de la lección. Establece un equilibrio entre lo básico y lo innovador, sin excesos de selección tecnológica. Necesitas “tomar el pulso” a tu audiencia de forma que te oriente en el uso de las herramientas efectivas en cada momento.
3. Promoción de un sentido de comunidad:
Los cursos virtuales no ofrecen el contacto “cara a cara” de la educación tradicional, por lo que existe el riesgo potencial de abandono. En el proceso de e-tutoring, establecer un sentido de pertenencia fortalece una experiencia de aprendizaje más profunda.
Para ello son factores esenciales la comunicación constante para que los alumnos construyan significado y su comprensión acerca de los contenidos aumente. Propiciar una aproximación profunda al aprendizaje se logra por medio de la conexión del tutor con los otros estudiantes y generando el tutor una “presencia social”, en referencia al grado de percepción como una persona real en la comunicación mediada.
4. Guía y acompañamiento:
En el curso virtual el alumno sabe que no estará acompañado en todo momento de su aprendizaje, pero tampoco espera estar solo. Si bien la interfaz se diseña para una navegación práctica, fácil y muchas veces intuitiva, evita asumir que todos los estudiantes encontrarán la información, es posible que más de alguno, pueda requerir más apoyo.
Por eso procura que los estudiantes conozcan la plataforma antes de iniciar con el curso, elabora una guía de estudio clara y de fácil comprensión que oriente al estudiante a través del curso. El programa será una explicación de la “geografía del curso”: dónde se ubican las distintas opciones, cómo se organiza el contenido, etc.
Debes anticiparte a las dudas de los estudiantes, procurando solucionarlas antes de que las hagan. La retroalimentación es parte importante también para saber qué áreas aún generan confusión o problemas.
5. Ejemplificación de tareas y proyectos:
Esta es una estrategia con un gran impacto en los estudiantes puesto que en vez de esperar un correo del tutor aclarando las dudas respecto a algún ejercicio, el estudiante puede consultar directamente el ejemplo del ejercicio y leer las observaciones correspondientes. También puedes habilitar foros de discusión si la tarea genera muchas dudas.
Como parte de esta estrategia es posible ofrecer guías breves o tutoriales que asistan a los estudiantes para una mejor ejecución de sus tareas o actividades. Esto puede calmar la ansiedad de los estudiantes ante la incomprensión de un ejercicio y mejorar su desempeño.
6. Motivación interactiva:
Esta estrategia requerirá creatividad de tu parte para innovar y motivar a tus estudiantes. Puedes incluir breves archivos de audio, tus alumnos podrán escuchar directamente de ti comentarios, indicaciones o aclaraciones, lo que refuerza tu acompañamiento en su aprendizaje.
Esto te permite expresar emociones y establecer un vínculo más cercano con los participantes. El audio puede ser tanto podcasts editados como grabaciones de voz. Puedes realizar la misma estrategia grabando vídeos. Esto fortalecerá el compromiso de esfuerzo y dedicación de los alumnos no solo con el curso, sino con el tutor.
Ten presente que la educación en línea puede ser una actividad tanto innovadora como retadora. Es por ello que el tutor en su rol de mentor tiene la oportunidad de construir una relación significativa con los alumnos que buscan referentes.
El trabajo que realices como tutor es progresivo y los logros que motives conseguir a cada estudiante, y al grupo en general, será un trabajo acompañado de reflexión, experiencia y empatía.